Un joven director comercial, que lleva años invirtiendo sus ahorros de diversas formas, hace unos días le dijo a su agente de seguros: - ¡Vaya, no sabía que se podía invertir en seguros de vida!
Acababa
de firmar un
seguro
de vida.
Una inversión a
cuatro
años. Si, repito, un seguro de vida, una inversión a cuatro años.
Con
un interés garantizado del 3,33% anual. Esto quiere decir que sus
10.000€ se convertirán en cuatro años,
con
garantía por escrito,
en 11.337,68€. Haga cada uno sus cuentas y no se olviden de la
fiscalidad. Nos explicamos.
Una
inversión es cuando empleamos o colocamos una cantidad de dinero,
con la finalidad de incrementarlo.
Dependiendo como empleemos o coloquemos ese dinero, tendremos una u
otra inversión. Existen, pues, infinidad de inversiones. Por algún
motivo, al común de los mortales, nos viene a la mente, al hablar de
inversiones, el dinero a plazo fijo e invertir en bolsa, entre otras.
No todas la inversiones logran incrementar el dinero y lo que es más
grave, en ocasiones el resultado es todo lo contrario y con el
agravante de que incluso no pueda recuperar mi dinero.
Un
seguro
de vida
es,
en esencia y simplificando, un
contrato
entre
una
compañía
de seguros
y
una persona,
donde a cambio de una cantidad de dinero, la compañía de seguros
se
obliga a pagar en caso de muerte y/o supervivencia de esta persona,
otra cantidad de dinero a un beneficiario*.
El
beneficiario en caso de muerte, ha de ser otra persona, claro. Pero
en caso de supervivencia suele ser la misma persona. * Adaptado
de Ley50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro, Art. 83
El
concepto más arraigado de seguro de vida, es aquel donde una persona
paga a una compañía de seguros, una cantidad de dinero con cierta
periodicidad y si tiene la desdicha de fallecer, la compañía de
seguros paga al beneficiario la cantidad de dinero acordada. Por
ejemplo: nuestro joven director comercial, paga 200€ al año y si
fallece, su mujer, que es la beneficiaria, recibe 100.000€. Fácil,
¿no?
Supongamos
otro caso, bastante común. Una persona paga a una compañía de
seguros un cantidad de dinero mensual durante 25 años. En este caso
se acuerda que si esta persona muere, la compañía de seguros paga
al beneficiario un capital. Pero, además, se acuerda también que si
esta persona
vive
pasados
los 25 años, la compañía de seguros le devolverá el dinero que le
pagó durante todo ese tiempo. Sigue siendo un seguro de vida,
porque, como dijimos antes,
la
compañía de seguros
se
obliga a pagar en caso de muerte y/o
supervivencia
de
esta persona.
Todo depende de como se redacte el contrato de seguro de vida. Este
tipo de seguros de vida se conocen como seguros de ahorro o planes de
jubilación. Pero son seguros de vida.
Finalmente
imaginemos la siguiente situación: Una persona paga a una compañía
de seguros una
cantidad de dinero fija y una sola vez.
Se acuerda que si esta persona muere, antes de que pasen cuatro años,
la compañía de seguros le devuelve al beneficiario la totalidad del
dinero pagado, más intereses; pero si esta persona vive al cabo de
los cuatro años, se le devuelve a ella el dinero pagado, más
intereses. Sigue siendo un seguro
de vida.
Pero
poner una cantidad de dinero, durante un plazo determinado y que me
lo devuelvan con intereses,
¿no
les suena a otra cosa?. Es una inversión, ¿o no? Pero es también
un seguro de vida.
La
ventaja de invertir
en un seguro de vida,
es que el capital
invertido y la rentabilidad positiva están
garantizados
y además puedo recupera mi dinero sin problemas antes de que pase el
plazo establecido.
Quieres
una inversión segura? Invierte en seguros de vida.
Pregunta en tu agencia de seguros. Seguro
de vida, una inversión
segura.
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