Ha pedido la mañana libre en su trabajo, asuntos propios, para acercarse hasta su agente de seguros y ponerle las cosas muy claritas. Pero antes se ha acercado hasta otra agencia de seguros a pedir un presupuesto. En esta otra agencia, le dicen pausadamente: “Lo ve, este seguro es más barato y las coberturas son mucho mejores”. Le están llamando tonto a la cara. Ahora ya no importa nada. Ya no importa la cobertura, el servicio, la compañía de seguros ni el mediador. Ya todo da igual. El precio del seguro y solo el precio, lo atormenta.
Con
esta información, encendido, cegado por el agravio comparativo, va
hasta su agente de seguros y le reclama que se revise el precio,
porque es muy caro. En
realidad no es muy caro, simplemente, es más caro que el de su
vecino.
Esta
situación se repite a diario y la han creado los mediadores de
seguros.
El
precio del seguro es como el valor nominal de una acción. No es que
sea lo mismo, entendámonos, pero si es cierto que varía con el
tiempo, influido por varios motivos. Cada año los precios cambian y
últimamente las primas de los nuevos seguros son cada vez más
ajustadas.
Las
compañía de seguros, como todos los negocios, se inventaron para
ganar dinero. Es muy enternecedor ver los anuncios de seguros y la
sensación es que están ahí para cuidarnos, para apoyarnos en los
momentos más difíciles. Sin dejar de ser cierto, que lo es, el
objetivo de una aseguradora es ganar dinero.
Esto no ha de avergonzar a nadie. NO existe ningún negocio que no
tenga como finalidad ganar dinero. De lo contrario no sería un
negocio, sería una ONG. Las aseguradoras son un negocio y por el
bien de todos los asegurados han de seguir siéndolo.
Paralelamente,
cada vez la oferta de seguros es mayor y mayor la competencia. Pero
también cada vez
son mayores las diferencias entre seguros.
Estas diferencias sirven para hacer seguros con diferentes precios.
Vamos a destacar que, desde mi punto de vista, no existen seguros
malos. Todos los
seguros son buenos, pero algunos son más generosos en coberturas y
otros los son menos.
Cuanto menos generosas sean las coberturas, más barato será el
seguro.
Además,
para terminar, la siniestralidad no es siempre la misma. En tiempos
de crisis, el dinero para combustible escasea. Tan simple y tan real
que a menos gasto en combustible, menos kilómetros recorridos, menos
accidentes, menos siniestros. Esto se traduce en menos gasto para la
aseguradora, para los mismos ingresos, lo que le permite ajustar las
primas... de nueva producción.
Y
ya tenemos montado el problema. Mientras yo sigo pagando en la
renovación, más o menos lo de años anteriores, los que hacen
seguros nuevos, se benefician de precios más ajustados. Por un mismo
coche y para la misma persona y para un mismo seguro de una misma
compañía, podemos encontrar diferencias muy importantes.
Esto
es un problema. Pero a donde quería llegar es a que
cuando nos ofrezcan un seguro poco generoso en coberturas, que no nos
digan que es mejor y más barato.
Es mentira. Tan mentira como decir que un Ciclomotor es mejor y más barato
que un Monovolumen (se entiende, ¿no?). Claro, ¡cómo el ciclomotor consume menos!.
El
precio del seguro, aunque no tenga siniestros, sube,
en especial mientras siga subiendo el precio del combustible. ¿A
quién le han bajado alguna vez el seguro de autónomos, por no tener
siniestros? Implacablemente, cada año IPC y añadidos. CADA AÑO SIN
FALTA.
Si
los mediadores de seguros han sido capaces de formar a los asegurados
en estas mentiras que beneficiaban sus ventas: “más barato y
mejor” y “siempre le ha de bajar” ahora se tendrán que comer
el marrón. Pero si una vez lo lograron, ahora que vuelvan a
intentarlo. Que nos
enseñen la verdad: que los seguros suben “con la vida” y que los
seguros baratos son baratos por que son “más pequeños” MÁS
BARATO Y MEJOR, SEGURO QUE NO.